-Evita que se produzca el desgaste al apretar o friccionar unos dientes con otros, lo que puede causar dolor de mandíbula, de cabeza o incluso en el cuello.
-Ayuda a corregir las malas costumbres en la postura de reposo mandibular.
-Ayuda a corregir los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), que afecta las articulaciones y músculos de la masticación que conectan la mandíbula al cráneo.
-Permite la relajación de los músculos y la colocación correcta de la articulación mandibular.
-Sirve para la desprogramación de los músculos para que estos se deshabitúen a mantener las posiciones que causan tensión y provocan la acción de apretar los dientes entre sí y que rechinen.